“La velocidad de la carreta está en función del caballo más lento”
Hace unos meses, un buen amigo, colega y cliente mencionó este pensamiento el cual él a su vez, lo había escuchado por un consultor.
Mi primera reacción al respecto fue asociarlo con el vendedor(a) menos productivo en el concesionario, pero pasados unos segundos, me percate que pudiese ser cualquier persona en la empresa, incluyendo a los gerentes e inclusive al dueño.
Y aunque esto quizás no sea un factor fácil de entender y aceptar, permítanme explicarles por qué lo digo.
Como es de mi costumbre, durante mi visita a la convención de NADA (National Automobile Dealers Association), aproveché para nutrirme de las mejores prácticas de nuestra Industria (cosa que compartiré inmediatamente con todos ustedes a mi regreso) y también para hacer un análisis profundo de cómo estas mejores prácticas pueden ser implementadas en nuestras operaciones.
Se lo comentaba a un colega dueño de su concesionario y este me dijo: “estas ideas y mejores prácticas son buenas, pero tienen que ser adaptadas a “nuestra realidad”.
Un segundo después le pregunte: ¿A qué realidad específicamente te refieres? ¿A la falta de clientela en nuestros concesionarios? ¿A la competencia desleal? ¿A que hoy en día el cliente es más sofisticado, educado y tienen acceso a más información? ¿A que no tenemos tráfico en el concesionario? ¿A que lo márgenes de ganancia han disminuido? ¿A que nuestros gerentes y/o vendedores no hacen todas las cosas que deben hacer? ¿A que los costos de hacer negocio siguen aumentando? ¿A que no podemos retener a los clientes? ¿A que no llegan a servicio?
Curiosamente, ninguna de sus repuestas sustentaba lo que hacía unos segundos atrás había mencionado con tanta certeza, pero luego de unos minutos habiendo analizado sus respuestas, cambio su percepción en torno a las inmensas posibilidades de todo lo que habíamos experimentado allí (NADA 2013)
Es indudable que mucho; sino todo, de lo que se habló en esas conferencias, podía ser implementado en nuestro mercado, pero hay un “estado mental” que nos impide ver más allá y eso se debe a que nos hemos convertido en seres extremadamente “RAZONABLES”, y en cuanto empezamos a “razonar”, nos enfocarnos en las razones del porque las cosas no pueden funcionar, en vez de ver cómo pueden funcionar. Y esto estimado colega, es un “pensamiento limitante”.
No quisiera ponerme muy esotérico, pero yo creo que la mente con sus pensamientos, es lo que crea, y si el pensamiento es limitante, pues creo que debo entender que los resultados no serán los más apropiados.
Claro que todo el mundo tiene derecho a una opinión diferente al respecto, pero en lo que si debemos estar de acuerdo, es que no debe haber un solo líder que quiera que su fuerza de ventas tenga un pensamiento limitante.
Estimado Colega creo que si nuestros pensamientos no están correctamente orientados, corremos el riesgo de convertirnos en el “caballo más lento”
Te deseo el mejor de los éxitos
PD. Si es de tu agrado, compártelo con tus amigos y colegas